En los casi dos años de funcionamiento del Parlamento que fue disuelto se dieron 28 casos de “camisetazos”, o lo que se conoce como “transfuguismo”.
Varios legisladores que llegaron en el 2021 a la Asamblea Nacional disuelta por una agrupación política ahora quieren volver, pero con el auspicio de otra.
Ecuador irá nuevamente a las urnas luego que el presidente Guillermo Lasso decretara la muerte cruzada, el pasado 17 de mayo, con lo cual se disolvió el Parlamento y se convocaron a elecciones presidenciales y legislativas anticipadas, que se desarrollarán el próximo 20 de agosto.
Virgilio Saquicela, expresidente de la Función Legislativa, logró una curul en representación de la provincia de Cañar en el 2021 por la alianza de CREO y Democracia Sí. Para este proceso electoral buscó en principio el auspicio de los correístas y los socialcristianos, de quien fue aliado político, pero no lo consiguió. Finalmente se postuló por el Partido Socialista Ecuatoriano, aunque la directiva nacional de este no lo respalda e impugnó su inscripción en el Consejo Nacional Electoral (CNE) y en el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).
Luis Almeida llegó a la Asamblea en representación de Guayas por el Partido Social Cristiano (PSC), pero en estos comicios no fue tomado en cuenta, así que terciará por el movimiento Centro Democrático, cuyo director es el exprefecto del Guayas Jimmy Jairala.
Bruno Segovia, en tanto, encabeza la lista de legisladores nacionales de la alianza Claro que se puede, integrada por Unidad Popular, Partido Socialistas y Democracia Sí. Pero él obtuvo hace dos años una curul en representación de Azuay por Pachakutik, movimiento del cual se separó cuando formó, junto a Yaku Pérez, la agrupación provincial Somos Agua.
Sofía Sánchez Urgilés y Gissella Molina también llegaron al Parlamento por Pachakutik: una por Azuay y la otra por Cotopaxi. Ahora van por el movimiento Construye en esas mismas jurisdicciones.
Ecknner Recalde y Xavier Santos fueron elegidos legisladores por Manabí por la Izquierda Democrática (ID), pero se alejaron de ese partido por discrepancias internas. Para los próximos comicios correrán bajo el paraguas de la alianza ADN, formada por los movimientos Pueblo, Igualdad y Democracia (PID) y Verde Ético Revolucionario y Democrático (Mover), que impulsa la candidatura presidencial de Daniel Noboa, quien fue su colega en la Asamblea hasta hace pocas semanas.
En los casi dos años de funcionamiento de la Asamblea Nacional que fue cesada se dieron 28 casos de “camisetazos”, o lo que se conoce técnicamente como “transfuguismo”, que es un fenómeno político que ocurre cuando un legislador deja la organización política con la que fue electo y se declara independiente o se une a otra organización política, reseña un informe del Observatorio Legislativo.
En el primer año se registraron 24 casos de transfuguismo en total, entre expulsiones y desafiliaciones, que aumentaron el listado de asambleístas independientes. Se dieron nueve casos en Pachakutik, 9 en la ID, 4 en el PSC y 2 en el correísmo. En el segundo año se registraron 4 casos, todos del PSC.
Las candidaturas están todavía en proceso de validación; las listas oficiales se conocerían el próximo 6 de agosto, según el calendario del CNE. (I)