En una colaboración conjunta entre la Dirección del Parque Nacional Galápagos, Auckland Zoo Conservation Fund, Galápagos Conservation Trust y Re:wild, se evaluó el estado poblacional de la culebra de Galápagos (Pseudalsophis dorsalis), en dos islotes del archipiélago: El Edén y Seymour Norte.
De acuerdo al monitoreo, en El Edén antes del control se capturaba una culebra por cada cinco horas de muestreo, pero ahora la cifra asciende a tres culebras por hora de trabajo; en Seymour Norte las cifras también son alentadoras, antes de la erradicación de roedores la taza de encuentro con esta especie era de una culebra por cada tres horas de muestreo, mientras que para abril del 2023, el equipo logró detectar dos culebras por cada hora de búsqueda.
El equipo técnico, dirigido por el científico asesor Luis Ortíz-Catedral, capturó de la mayor cantidad de culebras en un tiempo determinado para evidenciar los cambios que se han producido luego de la eliminación de los roedores en estos islotes.
Danny Rueda Córdova, director del Parque Nacional Galápagos, resaltó que “las acciones de manejo adoptadas en zonas de alto valor ecológico garantizan que mantendremos poblaciones saludables de especies endémicas que en el pasado se han visto gravemente amenazadas, especialmente por especies introducidas”.
Las acciones de control de roedores en El Edén, un islote que durante la marea baja se conecta a la isla Santa Cruz, y de erradicación en Seymour Norte, implementados en el 2019, favoreció la reproducción de las culebras de Galápagos. «Las culebras de Galápagos son excelentes indicadores de la funcionalidad ecológica de las islas; son depredadores endémicos que regulan poblaciones de salamanquesas, lagartijas de lava y otros vertebrados», mencionó Ortíz-Catedral.
Por su parte, Karl Campbell, representante de la organización re:wild, señaló que «la recuperación de las poblaciones de estas culebras endémicas es un buen ejemplo de los beneficios adicionales que resultan del manejo efectivo de especies invasoras en islas».